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Mostrando las entradas de abril, 2025

Un clásico entre primos, revisitado

  En mi casa las reuniones familiares eran casi todas las semanas sin excepción. A veces venía la familia completa, otras veces solo algunos tíos con sus hijas e hijos, y algunas veces, cuando no había mucho ánimo, solamente venía la parte más cercana de la familia. Cuando la reunión era completa sumábamos 16 primos y primas, pero el número se reducía mucho cuando sólo éramos dos o tres familias. En estas reuniones más chicas, eramos por lo general 4 o 5 primos, y de esos solamente dos éramos hombres. Yo tendría unos cuatro o cinco años   en mis primeros recuerdos de estas reuniones que se extendieron hasta por lo menos que yo tuve 16 años. Después como suele pasar se fueron espaciando pero nunca perdimos el contacto.   Mi primo Damian, ese otro primo varón que estaba en todas las reuniones me llevaba tres años. Al principio esa diferencia no parecía muy importante pero cuando yo tenía unos nueve o 10 años y él tenía 13 era clarísimo que él y yo no teníamos nada que...

La primera juntada con Raúl

  Hacía muy poco tiempo que yo había empezado a tener experiencias con otros pajeros. Era una época en la cual los contactos se hacían a través de canales de Chat en diferentes servidores, y en unos de esos canales lo encontré a Raul, un flaco de uns 30 años que estaba buscando una chica para coger y ya no me acuerdo por qué terminamos charlando nosotros 2 por privado, tuvimos toda una conversación sin ningún tenor erótico. La coincidencia de enterarnos que ambos éramos pajeros pasó al fin de semana siguiente.   Yo estaba en la casa de un amigo en una reunión y como estaba todo bastante aburrido decidí irme para casa a ver si conseguía alguna chica para coger. Cuando llego,m me conecto al canal de Chat y vi que no había mucha gente, probablemente porque era muy temprano, pero ahí estaba Raúl que me saludó.    Como el Chat estaba muy aburrido, nos pusimos a charlar un rato entre nosotros y le pregunté cómo le había ido la semana anterior, a lo cual me contes...

Introducción: La Cultura Bator

  Honestamente no creo haber nacido en una familia conservadora. En mi casa nadie hablaba mal de los gays ni las travestis (aunque en esa época se usaba el pronombre Los), los amigos de mis papás eran familias ensambladas e incluso el divorcio no estaba mirado como algo malo o pecaminoso. Con mi papá tuve la posibilidad de hablar mucho sobre sexualidad durante mi adolexcencia y hasta el día de hoy le estoy muy agradecido por eso.    Sin embargo, cuando se trata de la paja, lo que aprendí no   refleja mucho lo que con los años termine entendiendo. La paja no era algo prohibido ni malo en mi familia, pero como le pasó creo yo a casi todos los hombres, aprendimos que era algo que se hacía por necesidad (o sea cuando uno no cogía y estaba caliente), algo que se hacía cuando uno era chico y no había acceso a tener sexo seguido, y sobre todo que era algo que se hacía en la intimidad. Aunque en la adolescencia tuve lo que hoy día se considera como experiencias no...